Tarde te amé, hermosura tan
antigua y tan nueva, tarde te amé!, repito como San Agustín.
En Jesús encontré la paz y fuerza necesarias para poder caminar en esta vida peregrina.
Su amor y misericordia están siempre presentes. Permíteme reconocerte, Señor, en lo poco y en lo mucho.
Si Tú lo quieres,... yo también.

jueves, 22 de octubre de 2020

Fue todo por misericordia

 Por misericordia divina es que me encuentro aún de pie.

¡Todo vale la pena! Tus manos cansadas, tus ojos que buscan sonreír.
Tus miedos, ¡que se disiparán ante la misericordia del Altísimo!

Porque su amor es tan grande que envió a morir a su propio Hijo 
para pagar por nuestros pecados.

¡Nada es para siempre!
Solo su amor es infinito. 

Y su casa del Cielo nos albergará, algún día, ¡por los siglos de los siglos!






miércoles, 28 de febrero de 2018

Nunca es tarde

La misericordia de Dios me ha permitido sentarme nuevamente a escribir.
Sucedieron muchas cosas en todo este tiempo que minó las fuerzas de mi abatido
y cansado espíritu y mi capacidad para continuar con todo.
Eso es lo que siempre pensé...

Pero hoy creo que fue mi debilidad la que me alejó.
No tuve la claridad para ver que si quería podía...
Permití que las contrariedades me abajaran y alejaran de mí mis más grandes aspiraciones.

Pero, qué podemos decir o asegurar nosotros de lo que acontecerá hoy más tarde,... o mañana?...
Todo está en manos de la Divina Misericordia. Y Su voluntad siempre será que nos levantemos, que sigamos. Que recapacitemos y enmendemos nuestro camino...
A veces quizás la misión nos resulte muy pesada..., pero Él no nos dará más de lo que podamos resistir...

Nunca es tarde. Recuérdalo.
Aún estás a tiempo de comenzar nuevamente o de continuar aquello que dejaste pendiente durante tanto tiempo...
Yo te lo digo..., yo que soy una sobreviviente de lo que pensé era mi más grande prueba...

No sabemos lo que viene, pero conocemos lo que tenemos:
A Cristo..., Redentor del género humano que está desesperado porque estemos a su lado.
Déjate encontrar..., no te alejes,... deja que su Divina Misericordia y Amor te cubran y transforme tu vida...
Sólo así podrás arribar a buen puerto,,, y habrá valido la pena todo....,
habrá valido la pena vivir.





sábado, 8 de abril de 2017

Amigo querido

En la claridad de un nuevo día. En la oscuridad de la noche.
Es el Señor Jesús quien permanece con nosotros.
Aquel divino Maestro que resucitó a Lázaro, quien lloró por su muerte.
Entiende nuestros pesares.

Sabe de hambre, de sed. De frío y calor. De cansancio.
De miedo y abandono.
De obediencia, fidelidad y de la fortaleza que viene de lo alto.

Aquel Nazareno, amigo de tantos. El Amor del Amor.
El Creador del cielo y de la tierra. Se hizo hombre y habitó entre nosotros.

Su misericordia es grande. Y nos deleitamos en su Corazón.
En su bondad y dulzura.

Reímos con Él. Lloramos con Él.
Nos abrazamos a Él.

Insondable abismo de Amor y compasión.
Me basta tu gracia.


Su amor por ti es evidente. Real.


jueves, 23 de marzo de 2017

Tú, Señor...

Eres Tú, Señor, quien me levanta de mis miserias.
Aquel que me observa siempre clemente, quien me espera tan pacientemente.
Me rescatas de mis oscuridades y permaneces siempre fiel a mi lado.

En mis tantas soledades, eres Tú quien me acompaña.
Quien me susurra al oído: Yo te amo...
Si caigo, allí estás Tú para hacérmelo ver y llamarme a la reconciliación.
Si me envanezco, te encuentro en mi debilidad, porque no quieres que me pierda.

Tus palabras. Las imágenes difusas pero reveladoras que me descubres al cerrar los ojos...
Tú, Señor, eres la Misericordia misma, el más dulce Manjar de Amor que jamás se acaba.

Infinita e Insondable Misericordia Divina...
Eres la Luz que resplandece ahora. Y lo serás hasta el fin de mis días.